Por Ángel Ortega Fernández, Coordinadora Nacional de ‘Andalucía Por Sí’.En el 39 aniversario del 4 de diciembre de 1977.
Este domingo se cumplen 39 años de aquel 4 de diciembre de 1977, cuando cerca de dos millones de andaluces salimos a la calle a exigir libertad y autonomía. Fue una explosión de andalucismo reivindicativo con el que nos ganamos el reconocimiento del concepto de nación andaluza, con el mismo rango político que las denominadas ‘nacionalidades históricas’, en referencia exclusiva a Cataluña, País Vasco y Galicia.
Un contexto histórico, cerrado en las urnas con el referéndum del 28 de febrero de 1980, que consiguió romper la concepción de un Estado asimétrico, que pretendía obtener carta de naturaleza en el proyecto de Constitución que se estaba debatiendo. Ganamos en la calle y las urnas el empoderamiento ciudadano, resucitando el ideal de Blas Infante de un nacionalismo incluyente, con el horizonte de un autogobierno que mejorase las condiciones de vida de los andaluces.
La manifestación de Granada, en la que participé, fue similar a las que se han sucedido estos días en defensa de la sanidad pública. Aquel hito histórico del ‘4 de Diciembre’, quedó en la memoria colectiva de nuestro pueblo, como piedra angular en el derecho a decidir nuestro futuro, y el andalucismo advino como un movimiento político y social necesario para los andaluces.
Hoy, casi cuatro décadas después, el panorama del nacionalismo andaluz es bien distinto. Aquel capital político ha sido dilapidado estérilmente. El monopolio socialista en la Junta de Andalucía ha pervertido aquellas aspiraciones, que veían en la autonomía la posibilidad de romper ataduras y atavismos centenarios. Si entonces los jóvenes luchábamos por la libertad, frente a actitudes heredadas de la dictadura, hoy la apatía y hasta el ‘pasotismo’ están domesticando la rebeldía juvenil. Y las ansias de autonomía, como instrumento de desarrollo político y económico frente al centralismo opresor, quedan residuales en pequeños círculos reivindicativos, los de quienes nos negamos a que Andalucía siga en la cola del desarrollo económico, y a la cabeza de las estadísticas de paro, pobreza, exclusión social o fracaso escolar…
Somos multitud los que sentimos que el andalucismo es necesario de nuevo. A pesar de la crónica de la muerte anunciada del PA. Compartimos la certeza de que es impensable recomponer el barco con los restos del naufragio, esa estrategia no es válida. Los andaluces, en las autonómicas, pusieron el epílogo al proyecto. Pero abogamos por la necesidad de una voz exclusivamente andaluza, sin ataduras ni injerencias externas. Somos legión los que aspiramos a transformar nuestra tierra, los que necesitamos el oxígeno del andalucismo para reivindicar y soñar con una Andalucía más próspera y justa, uniéndonos a los distintos movimientos y plataformas sociales, en la calle, con valentía y rebeldía para seguir defendiendo los intereses de los andaluces.
Seguimos creyendo en el municipalismo y la descentralización, y coincidimos en dar voz, en no dejar huérfanos, a quienes demandan la justicia social que la España actual les niega.
Por eso ha nacido ‘Andalucía Por Sí’. Un movimiento transversal y ciudadano, participativo, que desde la humildad, pero con las convicciones firmes, se ofrece a los andaluces para ser útiles. Aspiramos a ser una herramienta en la que puedan confiar nuestros vecinos, tratando de construir un proyecto nuevo para Andalucía. Un proyecto impulsado por jóvenes, al que nos hemos sumado algunos andalucistas ‘de toda la vida’, que vivimos aquel ‘4 de Diciembre’; Porque nuestro pueblo es sabio, y entiende que quienes llevan toda la vida luchando por nuestra tierra no pueden renunciar a sus ideales. Queremos reconstruir aquel andalucismo necesario del 77, exigente y reivindicativo, para ser de nuevo la voz de los andaluces en las instituciones. Como hace 39 años.