El varón fue localizado y arrestado en su domicilio, donde también se halló a la joven de 19 años con discapacidad psíquica de la que presuntamente abusaba sexualmente
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Peligros (Granada) a un hombre de 41 años y originario de Países Bajos, en virtud de una Orden Europea de Detención y Entrega (O.E.D.E.) dictada por las autoridades de su país. El prófugo fue localizado y arrestado en su domicilio de Peligros, lugar donde también se halló a la joven neerlandesa de 19 años y con discapacidad psíquica, de la que presuntamente abusaba sexualmente.
Los policías, tras diversas gestiones de investigación, lograron saber de la presencia de un ciudadano de Países Bajos en la localidad de Peligros (Granada), y que al parecer estaba con una joven discapacitada de 19 años.
Se da la circunstancia que dicho individuo tenía en vigor una OEDE (Orden Europea de Detención y Entrega) emitida por las autoridades judiciales holandesas debido a que el individuo estaba acusado por estas autoridades al parecer, de mantener contacto sexual con una mujer de 19 años con déficit en sus capacidades intelectuales a sabiendas de ello. El varón habría viajado con la joven desde Holanda a Granada a mediados de noviembre, desconociendo ella el idioma castellano y sosteniendo él económicamente los gastos conjuntos de la pareja. La madre presentó denuncia en su país por un delito de abuso sexual sobre persona indefensa, ya que su hija es una persona con discapacidad psíquica.
Detuvieron al varón y entregaron a la joven a tres policías neerlandeses Agentes del Grupo UFAM (Unidad de Familia y Atención a la Mujer) de la Brigada Provincial de Policía Judicial en Granada se personaron en el domicilio del varón ubicado en Peligros, donde comprobaron su identidad y procedieron al arresto al tener en vigor una Orden Europea de Detención y Entrega dictada por la Fiscalía de Zelanda (Países Bajos) por presunto delito de abuso sexual con persona indefensa. En el domicilio se encontró también a la joven, quien fue entregada y quedó custodiada por tres policías neerlandeses que habían viajado hasta España únicamente para hacerse cargo de la incapaz y acompañarla en el regreso a su país.
El detenido, que fue entregado a la autoridad judicial, podría enfrentarse en su país al cumplimiento de una condena de ocho años de prisión según la normativa penal vigente en ese país.