A pesar de que el área de Economía y Hacienda no ha facilitado al Grupo Municipal de Izquierda Unida la información solicitada relativa a la recaudación obtenida en los últimos años de bancos y entidades financieras por el pago de dicha tasa, Izquierda Unida ha podido saber que la hacienda local lleva tres años sin girar las correspondientes liquidaciones, dejando de ingresar aproximadamente unos 1.700 euros anuales, según ha informado la formación de izquierdas en nota de prensa

Una cantidad menor, pero que no justifica en modo alguno que se deje de cobrar, ha afirmado Inma Omiste, que se ha preguntado si el Ayuntamiento está dispuesto a dar el mismo trato a sus vecinas y vecinos y perdonarles sus deudas de cuantía menor como está haciendo con los bancos.
La modificación de esta Ordenanza fiscal promovida en su momento por Antonio Escámez tuvo el efecto de reducir la cuota a pagar por las entidades financieras, que se situó en torno a los 150 euros anuales de media.

Una cuota muy inferior a la que vienen pagando los quioscos de prensa o las churrerías, por ejemplo, que soportan cuotas por encima de los 500 euros anuales en algunos casos.
Para Izquierda Unida se trata de una situación disparatada que pone en evidencia la incoherencia del mecanismo de cálculo arbitrado.

Por este motivo, eleva al Pleno para su debate una propuesta de Modificación de la ordenanza fiscal de ocupación de la vía pública que establece una tasa por metro cuadrado o fracción de ocupación en cualquier calle por parte de cajeros automáticos de 350 euros mensuales. De este modo, se estima que la recaudación obtenida por el cobro de esta tasa a los bancos podría ascender a 42 mil euros anuales aproximadamente. En la moción se propone, igualmente, que el Ayuntamiento adquiera el compromiso de habilitar partidas presupuestarias equivalentes al 80% de la cantidad anual recaudada con destino a actuaciones de carácter social.

La concejal de IU ha criticado la falta de diligencia y de compromiso social de los distintos responsables políticos de Hacienda en los últimos años, que han permitido que las entidades financieras que provocaron la crisis económica y la posterior estafa social a la ciudadanía y que, además, han sido rescatadas con el dinero de todos, hayan quedado exentas de sus obligaciones tributarias con la ciudad, al contrario de los vecinos y vecinas de Motril a las que se les exige con rigor y sin contemplación alguna el pago de sus tributos e impuestos con independencia de sus circunstancias económicas y sociales o de la cuantía de los mismos.