La Guardia Civil ha detenido en el puerto de Motril a un vecino de Melilla, un hombre de cuarenta y dos años de edad, como presunto autor de un delito contra la salud pública por transportar en el interior de su cuerpo 898 gramos de hachís.

El detenido fue sorprendido el pasado día 10 de junio en un control de pasajeros y vehículos en el puerto de Motril tras el desembarco del ferri procedente de Melilla. Durante el desembarque los guardias civiles de la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (Odaifi) del puerto de Motril, apoyados por un perro detector de droga, interceptaron a este individuo al que el perro señaló como sospechoso de transportar algún tipo de sustancia.

La Guardia Civil cacheó a este hombre y superficialmente no se observó que llevara droga encima. Pero al comprobar que tenía antecedentes policiales por tráfico de droga, se sospechó que pudieran llevarla dentro de su cuerpo. Se le invitó a que se sometiera voluntariamente a una prueba radiológica en el hospital de Motril. Dicha prueba confirmó la existencia de contenido extraño en el interior de su organismo, por lo que fue trasladado hasta el calabozo del puesto de Salobreña y allí, durante dos días, ha estado custodiado hasta que ha expulsado todas las bellotas de hachís que había ingerido.

Este tipo de narcotraficantes se conocen como “mulas”. Llevan la droga dentro de su cuerpo en forma de bellotas recubiertas de plástico, y las tragan inmediatamente antes de embarcar, con lo que ponen en peligro su vida ya que la rotura de uno de los envoltorios les provocaría una sobredosis.

Una vez que una nueva radiografía ha confirmado que ya no queda droga dentro de su organismo, la Guardia Civil ha puesto a este individuo a disposición judicial.