La delegada del Gobierno andaluz en Granada, Sandra García, ha anunciado este miércoles que la Junta prepara la creación de un parque arqueológico en el yacimiento de Los Mondragones tras el hallazgo de nuevas construcciones de época tardoantigua que arrojan luz sobre el papel de Granada en los años ‘oscuros’ de las invasiones bárbaras y la transición hacia la Edad Media.

En una visita junto a los delegados de Fomento y Vivienda, José Antonio Martín, y de Cultura, Turismo y Deporte, Guillermo Quero, Sandra García ha explicado que los nuevos registros arqueológicos confirman que el complejo es mucho más que una villa romana, por lo que se amplía el periodo de trabajo en la zona con objeto de profundizar en el conocimiento preciso del asentamiento y de crear un futuro parque para la divulgación de los restos.

Lo justifica la importancia de un yacimiento “de gran trascendencia para la investigación histórica en nuestra ciudad y para conocer también el papel de Andalucía en un periodo aún repleto de incógnitas”, ha afirmado la delegada de la Junta, quien ha afirmado que los nuevos hallazgos no interfieren en los nuevos planes urbanísticos previstos en este lugar de la capital.

Cuando ya se han ejecutado más de tres meses de excavaciones, los resultados que se van obteniendo apuntan a una mayor extensión del yacimiento a la inicialmente prevista y una importancia sustancialmente significativa en el panorama de la investigación, ha añadido el director de los trabajos arqueológicos, Ángel Rodríguez.

Durante los primeros meses apareció una calle que es el eje principal de la villa, en torno a la cual se organizan dos edificios, unas termas del siglo IV con una superficie próxima a los 200 metros cuadrados y con todo el sistema para calefactar la sala caliente y la sauna, con un hipocausto de grandes dimensiones y un estado de conservación excepcional; y una construcción rectangular con tres estancias cuya función aún se desconoce.

Ahora, en el extremo oeste de la zona de excavación ha aparecido un tercer edificio de gran entidad arquitectónica que conserva un alzado de casi 1,60 metros que estuvo cubierto con una bóveda. En la zona exterior ha aparecido además un cementerio de época visigoda y debajo de las 12 tumbas se ha descubierto otra construcción más antigua, que se desarrolla por debajo del edificio rectangular.

Hasta el momento los trabajos revelan que esta última construcción consta de una cabecera de tres ábsides, mayor el central, de tipo protocolario, de carácter noble o cultual. Ha podido ser fechado también en el siglo IV d.C. por lo que el edificio rectangular, que está construido sobre éste, es muy posterior, probablemente también de época visigoda.

Así, el yacimiento se configura como un asentamiento complejo, especialmente activo y dinámico en los siglos de la Antigüedad Tardía y en la transición a la Edad Media, convirtiéndose en un lugar único para la historia de Granada y como uno de los yacimientos más importantes de este periodo de Andalucía.