El proyecto bioREFINA es en esencia, un nuevo modelo de economía circular que consiste en transformar los residuos vegetales generados en la actividad de las explotaciones hortofrutícolas en bioproductos fertilizantes de elevada calidad higiénica y en biogás, lo cual proporciona autosuficiencia energética.

Tras poco más de un año inmersos en la fase de laboratorio y fabricación de los prototipos, este proyecto cuenta ya en la actualidad con instalaciones funcionales que, tras un laborioso proceso de ajuste, están empezando a arrojar resultados esperanzadores para conseguir la revalorización y funcionalidad esperada del tratamiento de las mermas y residuos de la producción agrícola en su conversión a fertilizantes.

Después del intensivo desarrollo realizado a escala de laboratorio en los dos últimos años, el equipo de bioREFINA pone así en marcha la planta piloto donde se consigue el fertilizante que se viene obteniendo a lo largo del proyecto a través de los residuos vegetales.

Las pruebas de fertirrigación se están realizando en diferentes fincas externas bajo el exhaustivo control del personal de las distintas empresas del consorcio.

Los primeros resultados que refleja la plata, habla de una producción de fertilizante optima diaria máxima de 300 kg al día, la cual se obtiene al realizar una trituración y mezcla controlada de mermas agrícolas. Dichas cantidades se han calculado previamente en laboratorio y se han escalado para las pruebas en la instalación piloto.

El fertilizante obtenido es filtrado en la propia instalación, a una capacidad máxima de 1000 litros por hora. El objetivo de dicho proceso de filtrado es reducir el tamaño de partículas hasta 200 veces, ofreciendo un fertilizante apto para el riego por goteo, el cual ya se está aplicando en fincas de hortícolas y subtropicales.