El pasado jueves los concejales de Cultura, Alberto Manuel García Gilabert, y de Obras Públicas y Mantenimiento, Beatriz González, visitaban junto a la arqueóloga municipal, Eleva Navas, varias cuevas que se están recuperando en Almuñécar para ampliar la oferta de turismo cultural de la localidad sexitana de la Costa Tropical.

Al torcer la calle San Joaquín, a escasos metros de la Cueva 7 Palacios, para llegar a una de esas pequeñas cuevas que se están recuperando, pasaron por una calle de 35 centímetros escasos de ancho, por la que hay que ponerse de lado para pasar.

A raíz de una fotografía de esta pequeña vía aparecida en un medio de comunicación, el Ayuntamiento de Almuñécar está recbiendo un aluvión de peticiones de información de turistas y curiosos sobre esta calle y dónde está su ubicación para ir a visitarla.

Esta callejuela, perpendicular a la calle San Joaquín del barrio del castillo de San Miguel, no tiene nombre, ya que suele ocurrir que cuando las calles son tan pequeñas se consideran ramales de la principal y conservan el mismo nombre, según aclara la arqueóloga municipal, Elena Navas.

Desde la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almuñécar están valorando la posibilidad de realizar un concurso ciudadano para buscar un nombre a la callejuela. Una de la ideas que tiene más fuerza es la de hacerse un selfie en la calle y publicarlo en Instagran, etiquetando al Ayuntamiento de Almuñécar (@almunecarayuntamiento), haciendo la propuesta de un nombre, que posteriormente valoraría un jurado.

Esta calle y las colindantes fueron renovadas entre finales de 2018 y principios de 2019, a través del Plan de Fomento del Empleo Agrario, P.F.E.A. en el que participan fondos europeos y las administraciones autonómica, provincial y local y consistió en la colocación de una nueva red de saneamiento, abastecimiento y pluviales, introducción de cruces de infraestructuras eléctrica, telefónica y alumbrado público y pavimentación del firme con adoquín de hormigón imitación a adoquín antiguo tipo románico en color gris, para unificar la imagen del resto del barrio del castillo de San Miguel.