
Como cada 16 de julio la Virgen del Carmen salió de su ermita del barrio de Los Marinos, en Almuñecar, para pasear por su playa de San Cristóbal a hombros de su hermandad más marinera.
Vecinos, autoridades y visitantes la acompañaron durante toda la tarde noche por el paseo y la playa, para después embarcar en el mar y balancearse entre las inexistentes olas de una playa de aguas serenas y transparentes.
Junto a ella estuvieron también centenares de pequeñas embarcaciones iluminadas y engalanadas para un día de fiesta.
Con el desembarco se iluminó el cielo de Almuñécar con un estallido de luz, color y sonido, que dio las gracias a la Reina del Mar por su protección.