La polémica sobre un vídeo publicado en RRSS que muestra las formas en los que un empleado de seguridad de una Terraza-Pub de Almuñécar reduce a un individuo joven de origen marroquí que quería entra a la sala, han provocado divisiones de opinión sobre “las formas” que utilizaron.
Según uno de los propietarios del negocio, Sam Duggan, “Es lamentable que haya sucedido esto pero es importante que se sepa que ese hombre había intentado entrar en varias ocasiones en muy mal estado, molestando e insultando al personal y a los clientes. Ante la negativa del equipo de seguridad a que accediera al establecimiento, se fue a la playa y cogió una piedra “del tamaño de un puño” para lanzarla contra los miembros de seguridad, por lo que uno de ellos - que ya ha sido despedido - decidió reducirlo utilizando la técnica de mataleón mientras el otro le quitaba la piedra que llevaba”.
El “mataleón” consiste en reducir a la persona por la espalda y pasarles el brazo por el cuello para realizarles una especie de estrangulamiento que lleva a la persona a un estado de inconsciencia debido a la falta de aire en las vías respiratorias y a un desmayo momentáneo.
Duggan, que lamenta mucho lo sucedido, relata que “una vez que, en pocos segundos el individuo despertó de su semi inconsciencia, se marchó de la zona en dirección a la playa y al poco subió al paseo con más piedras desde donde intentó lanzarlas contra la puerta del local, donde había mucha gente a la que podría haber causado graves daños”. Al parecer los de seguridad y algunos clientes subieron para pararlo pero ya había salido huyendo, apunta.
Pero la historia de un suceso como este no acaba aquí ni en el fragmento del VIDEO PUBLICADO EN TWITTER que ha corrido como la pólvora por las redes sociales.
Al parecer, poco después de que ocurriera esto a las puertas de la discoteca, que es importante puntualizar no había vivido ningún incidente semejante antes, algunos vecinos de La Fabriquilla, plaza próxima al Paseo del Altillo, llamaron a la policía alertando de que se escuchaban gritos, por lo que los agentes se desplazaron hasta el lugar en el que encontraron al mismo individuo “en muy mal estado”.
Allí mismo era atendido por la Policía Local y el servicio de urgencias, presentando lesiones que, presuntamente, no sufría cuando salió de la discoteca. De inmediato fue atendido y trasladado al Centro de Salud de Almuñécar y de allí al Hospital Comarcal de Motril donde quedó ingresado.
Ante estos hechos nos preguntamos:
¿Pueden los trabajadores de la seguridad privada utilizar una técnica tan violenta y peligrosa? ¿Era el individuo una persona violenta y peligrosa? ¿Qué pasó después de que lo echaran de la discoteca? ¿Sufrió una segunda agresión por otras personas?
La guardia civil se ha hecho cargo de la investigación intentando esclarecer junto a la policía local lo que sucedió en la madrugada del jueves 3 de agosto en la puerta del local. Se van a revisar las cámaras de seguridad de la zona y los vídeos de quienes grabaron los hechos que se han viralizado en Twitter.
Este suceso ha abierto un intenso debate que nos lleva a plantear la pregunta clave. ¿Es necesario reforzar la seguridad por parte de Guardia Civil, Policía Local o Policía Nacional de forma puntual en municipios turísticos y zonas en las que la población se multiplica por 10 en verano, para prevenir y evitar este tipo de incidentes tan lamentables.
Por el momento será la investigación oficial la que esclarezca los hechos y tome las medidas judiciales oportunas. De momento nos dicen que nadie ha denunciado y desconocemos si el individuo permanece hospitalizado.