
Opinión/ "La Tubería negra, única opción para salvar nuestra agricultura".
"La Gravedad de la situación obliga a adoptar medidas de emergencia". Juan Carlos Benavides.
Los regantes de los Ríos Verde, Seco y Jate, que cultivan 4.000 hectáreas de subtropicales, llevan décadas con un alarmante déficit de recursos hidráulicos y unos costes energéticos de elevación de agua que lastran la rentabilidad de sus explotaciones.
Ya, a principios de la década de los noventa, se produjo una salinización del acuífero que provocó la pérdida de centenares de hectáreas de cultivo.
Para solventar este problema el gobierno de Adolfo Suárez aprobó la construcción de la presa de Otívar y, aunque se redactó el proyecto técnico y se consignó financiación en los presupuestos generales del Estado, los gobiernos que lo sucedieron nunca licitaron la obra.
Cuando en 2009 se aprueba por la Junta de Andalucía el Plan Hidrológico Andaluz, se sustituye la regulación de Río Verde con la Presa de Otívar por la incorporación a la red de regadíos del sistema Béznar-Rules.
El proyecto de regadíos del Guadalfeo, a pesar de haber sido declarado en 2001 obra de interés general del Estado, está teniendo una tramitación de enorme lentitud, de forma que 15 años después de finalizar las obras del embalse, solo hay aprobado un anteproyecto y no existe previsión alguna respecto a la financiación de las obras valoradas en 173,9 millones de euros.
Ante esta situación de emergencia y ante la complejidad técnica y financiera del proyecto integral de regadíos del sistema Béznar-Rules, la Junta de Andalucía realizó en 2012 un proyecto conocido como “TUBERÍA NEGRA”, comprometiéndose públicamente con los agricultores a su licitación urgente, compromiso del que es obvio su incumplimiento.
La situación actual de nuestros regantes es de emergencia, habiéndose secado los pozos situados en la parte alta del acuífero y estando el nivel freático dos metros por debajo del nivel del mar, lo que ha dado comienzo a la intrusión marina y la salinización del acuífero, de consecuencias catastróficas para nuestros agricultores.
Ante este gravísimos problema que amenaza de ruina a nuestros regantes, la administración debe dejar de una vez por todas de “marear la perdiz” y terminar con el permanente “peloteo” entre Junta de Andalucía y Administración del Estado para eludir sus responsabilidades y sus obligaciones con nuestros regantes.
Las soluciones son bien simples, técnicamente factibles y financieramente asumibles.
1.- Con carácter inmediato la Junta de Andalucía debería proceder a autorizar una aportación de emergencia desde el sistema Béznar-Rules, aprovechando la capacidad de transporte de la tubería submarina de abastecimiento de Almuñécar, que en temporada turística baja está siendo utilizada solo a 1/3 de su capacidad.
Esta aportación, que llega a Río Verde a una cota de 100 metros, debería conectarse a las redes de riego que circulan en su proximidad, incorporando en los casos que fuera necesario un re bombeo, evitando el desperdicio de agua y el sobrecosto energético que supone vertido al río para después elevarla. Además, cada Comunidad de Regantes usaría sólo el agua que precisara durante la situación de emergencia y pagaría el coste de lo consumido.
Al mismo tiempo la Mancomunidad de Municipios debería arbitrar los trámites administrativos pertinentes para hacer viable el uso de la Tubería Negra como red de transporte.
2.- Ante la perentoriedad de dar una solución a corto plazo al déficit hidráulico de nuestra comarca, la complejidad de tramitación y los elevados costes financieros del proyecto integral de regadíos del Guadalfeo, las importantes diferencias existentes entre las zonas que carecen de suficientes recursos hidráulicos y pagan altos costes energéticos con aquellas que tienen garantizado el suministro a precios altamente competitivos, se impone retomar el proyecto de la Junta de Andalucía conocido como Tubería Negra por las siguientes razones:
• El motivo principal de tramitar por urgencia el PROYECTO E CONDUCCIÓN DE LA MARGEN DERECHA COTA 400 (TUBERÍA MD-400), FASE I (MOLVÍZAR-ALMUÑÉCAR), comúnmente conocido como Tubería Negra, es debido a los reiterados incumplimientos de los plazos que están provocando un gran retraso en la tramitación del proyecto de las conducciones del sistema Béznar-Rules, que ponen en serio riesgo de desaparición a nuestros cultivos.
• El proyecto de la Tubería Negra no es un proyecto distinto del proyecto general de regadíos del Río Guadalfeo, se trata simplemente de desglosar un tramo correspondiente a una parte del trazado que este proyecto contempla para aportar agua a las cuencas de los Ríos Verde, Seco y Jate.
• Dado que existe una conducción de agua desde el embalse hasta Molvízar, a la altura de la ETAP (Estación de tratamiento de aguas potables) conocida como Tubería Negra, se trataría de prolongar dicha tubería por el mismo trazado del proyecto general, hasta llegar al collado Serrano en Almuñécar, donde es factible su conexión con las conducciones de riegos de la zona.
•Este proyecto fue redactado por la Junta de Andalucía y valorado en el año 2012 en 22.846.818€.
•Los agricultores pueden participar en la financiación de las obras teniendo en cuenta que su importe supone el equivalente a los costes energéticos que se pagan durante ocho años.
• Una vez ejecutadas las obras del plan general de regadíos del Guadalfeo, la tubería se conectarían a la conducción general y los pagos realizados por los agricultores tendrían la consideración de entrega a cuenta de las aportaciones que les correspondieran.
• La Junta de Andalucía, que tiene plenas competencias en materia de agricultura, debería de común acuerdo con la Administración del Estado pilotar el proyecto aprobado en 2012, declarar de urgencia su tramitación y adelantar la financiación de las obras repercutiendo la parte correspondiente de los costes en los regantes beneficiarios de las obras.
Almuñécar, 6 de noviembre de 2019.
Juan Carlos Benavides Yanguas.