Fuentes oficiales cuantifican en casi medio millar, el número de personas que han querido participar esta tarde en la concentración y la manifestación convocada por Leny de Jesús, madre de Gabriel Qohelet, Gaby como todos le llamaban, asesinado hace algo más de una semana en plena calle del centro de Almuñécar
Resultó muerto tras recibir más de una decena de puñaladas de su presunto asesino, ya detenido y en prisión, que relató horas antes lo que pretendía hacer a través de sus redes sociales, sin que nadie de su entorno pusiera estos mensajes en conocimiento de las autoridades, y con demasiados móviles grabando con todo detalle el brutal y desgarrador asesinato.
Hoy, de nuevo, los familiares, amigos y vecinos de la localidad sexitana han pedido "Justicia para Gaby". "Que el asesino cumpla la máxima condena posible para que no vuelva nunca a la calle", decían las pancartas que abrían la manifestación, con su madre, su hija y su ex pareja al frente, junto a sus amigos más queridos.
La realidad es que podríamos afirmar que Almuñécar se ha querido sumar a la petición, asistiendo a concentración respetuosa, organizada y serena, que ha recorrido varias calles de la ciudad, partiendo desde el lugar en el que fue asesinado.
Allí, en el pequeño altar de flores y velas levantado, cada vez hay más recuerdos de Gaby. Objetos personales, cartas, fotos, poemas, los participantes han gritado que "Almuñécar no tiene miedo", que "Aquí no hay sitio para gente que mata sin piedad", y que solo "Justicia" puede calmar su dolor.
La madre de Gaby ha querido dejar claro que se ha dado un número de cuenta (de Cajamar que finaliza en 4175) para que "quien quiera nos ayude a pagar los gastos del abogado criminalista contratado", convencidos de que uno de Oficio no puede enfrentarse a un caso tan complejo y difícil, contra la persona que le quitó la vida de una forma tan cruel e injusta a su hijo.
Para finalizar ha mostrado su agradecimiento a Almuñécar, donde llevan viviendo en paz más de 23 años, llegando cuando Gaby era un niño de 10 años. "Gracias a todos los que han llorado con nuestro dolor", el de una madre y una familia que sólo pide justicia para un joven que no debió morir de una forma tan brutal "sin que ninguno de los testigos presentes hicieran nada para evitarlo".