
“Queremos expresar nuestra profunda tristeza y nuestra más firme condena ante el asesinato brutal de nuestra compañera Teresa, auxiliar de ayuda a domicilio en O Porriño. Teresa fue asesinada con un hacha por el marido de una usuaria a la que atendía.
Antes de esta tragedia, Teresa había denunciado acoso sexual por parte de este individuo y había solicitado ser apartada del servicio. La empresa no la retiró del caso ni tomó las medidas necesarias para protegerla.
La inacción y la falta de responsabilidad contribuyeron directamente a esta tragedia.
Hoy alzamos la voz con rabia y con dolor.
Las trabajadoras y trabajadores del SAD exigimos a las empresas y a las administraciones competentes la aplicación inmediata y efectiva del Decreto Ley 893/2024, de 10 de septiembre.
Queremos protección.
Queremos que, cuando denunciemos acoso sexual, agresiones físicas o verbales, se activen los protocolos de actuación y se nos garantice la integridad física y psicológica.
Exigimos el cumplimiento estricto de la normativa vigente en prevención de riesgos laborales.
Teresa no murió por azar. Fue abandonada por un sistema que no quiso escucharla.
Que su asesinato sea el último.
No queremos más minutos de silencio.
Queremos justicia, protección y dignidad”.