El vicepresidente primero de la Diputación de Granada, Nicolás Navarro, ha visitado el municipio de Beas de Guadix para conocer de primera mano la situación del Cerro del Castillejo, monte insigne del municipio que lleva más de una década sufriendo grietas y desprendimientos, y tender la mano de la institución provincial a esta localidad con asistencia técnica. Según ha detallado Navarro, “hemos respondido con celeridad a la petición cursada por el regidor de Beas de Guadix para interesarnos por esta situación que está afectando a un grupo de viviendas y casas cueva con el compromiso de la Diputación de apoyar a los municipios, sobre todo a los más pequeños, y, en este caso, comprometernos con el ayuntamiento a evaluar técnicamente el estado actual del cerro”.

En este sentido, “vamos a actualizar el expediente existente y, como no puede ser de otra manera, acompañar al Consistorio de Beas de Guadix a tocar las puertas de otras administraciones públicas que también tienen competencias en el caso, como son Junta de Andalucía y Gobierno de España, puesto que estamos ante un monte catalogado y con un alto componente paisajístico”, ha rematado el vicepresidente primero durante su visita, acompañado por el diputado de Agua, Promoción Agraria y Medio Ambiente, Antonio Mancilla, el delegado de Asistencia a Municipios y Emergencias, Eduardo Martos, y el alcalde de la localidad, Juan Jesús Porcel.

El regidor ha agradecido “la rapidez con la que la Diputación de Granada ha contestado nuestra petición” y ha subrayado “la necesidad de retomar y atajar el problema, pues está en peligro la vida de unas setenta personas ante el inminente peligro de desprendimiento del cerro, con grietas de hasta medio metro, y evitar así que tengamos que lamentar una desgracia”.

El alcalde ha detallado que a lo largo de los últimos doce años se han acometido diferentes actuaciones en el cerro, valoradas en cerca de 200.000 euros, que no han surtido efecto y ha remarcado que hace poco más de un mes se produjo una nueva caída de tierra, cascotes y piedras de gran tamaño, afectando a las viviendas cueva próximas al monte, así como a otras casas de la calle Iglesia y los barrios del Perchel y de las Cuevas.