Los influencers instagramer Judith Contreras y Ángel González participan en una charla taller promovida por el área de Juventud de Almuñécar, que tendrá una segunda parte el 4 de agosto.
Judith Contreras de Teba y Ángel González Joya, conocidos instagramer sexitanos, ofrecieron una charla conferencia en la Casa de la Cultura de Almuñécar organizada por el Área de Juventud, en la cual intentaron explicar con detalles e incluso demostraciones prácticas, cómo es el trabajo que no se conoce de una persona que se dedica a contar su día a día en Instagram, como es el caso de esta popular pareja.
Ante una veintena de jóvenes interesados por el mundo de las redes sociales, tanto Ángel como Judith explicaron cómo fueron sus inicio en este mundo, “que surgió de compartir nuestras vivencias de forma natural y divertida a partir del nacimiento de nuestros hijos o de nuestras experiencias en los primeros años de casados”, explicaron.
Primero fue “mama primeriza” la que captó de forma divertida y original el interés de las firmas comerciales “que poco a poco fueron pidiéndonos colaboraciones, inicialmente a cambio de regalos. Lo mismo le sucedió a Angel con “papa primerizo”. “Nos regalaban artículos de todo tipo pero las colaboraciones cada vez requerían más tiempo y dedicación, por lo que posteriormente tuvimos que contactar con un representante para que esas colaboraciones estuvieran más organizadas y pasaran a ser remuneradas económicamente tal y como merecían”.
Ángel contaba que debido a que su trabajo como maestro de primaria tenía que ejercerlo por las mañanas y el trabajo de instagramer también hay que hacerlo por las mañanas “la mayor parte de las veces para aprovechar la luz natural”, decidió probar un tiempo y dedicarse a las RRSS en exclusiva. “Es un trabajo que te aporta interesantes beneficios económicos y puede ser divertido si lo trabajas de forma profesional y le dedicas el tiempo que requiere. No solo es subir los vídeos o fotos, necesita un esfuerzo creativo importante para ser original y que capten seguidores”, afirmaba.
Por su parte, Judith que también es profesora de danza, destacaba que para ella, entrar en el mundo de las redes sociales supuso un antes y un después en su forma de vivir. “Ahora compartimos más cosas pero también trabajamos muchas horas al día planificando, grabando y editando nuestros montajes”.
Lo que muestran en Instagram es su día a día. Lo que les hace reír o llorar. Lo que les preocupa o lo que otros quieren saber de ellos. Nunca traspasan la línea de lo que es privado, mucho menos lo que compete a sus hijos. Todo es sencillo y natural.
Ambas cuentas de Instagram pasarán a ser un álbum familiar de vivencias con el transcurso de los años, según explicaban. Pero también les ha servido para conocer a buenos amigos con los que comparten muchas experiencias y momentos.
“En ningún momento hemos sentido que estamos sobre expuestos o que hemos perdido nuestra intimidad”. Para ambos, esta experiencia profesional está siendo muy interesante, gratificante y durará el tiempo que tenga que durar. Hasta que ellos lo decidan libremente.
Como enseñanza destacan que el mundo de las redes sociales con carácter profesional no es de color de rosa, si no simplemente es un trabajo más que requiere una dedicación, un horario y una disciplina férrea. “Para que el resultado sea el esperado y para que las grandes firmas vean en ti un producto interesante para captar el interés publicitario hay que trabajarlo y hacerlo bien, y eso se consigue convirtiendo lo que comenzó como un hobby en una profesión”, concluyen.
Esta charla tendrá una segunda parte el 4 de agosto.