El tema Rubiales está dando titulares para dar y regalar. Todos los periódicos, televisiones, radios, digitales... todo sigue de máxima actualidad con dos focos muy definidos.
El primero está en Motril, ante la Iglesia de la Divina Pastora en la Rambla Capuchinos de Motril. Allí, en la sacristía, Ángeles Béjar, madre de Luis Rubiales, continúa con su huelga de hambre alcanzando ya su tercera jornada.
Nos cuentan compañeros apostados allí que no quiere dejarlo, que se encuentra fuerte, que el médico la ha visto y le ha pedido que desista pero ella no quiere. Está tomando medicación para sus problemas de salud con agua y bebidas isotónicas. Nada más.
Ha dormido acompañada de su cuñada en la sacristía de la iglesia, pero no solo la incomodidad está haciendo mella en ella, recordemos que duerme entre una silla y una colchoneta de playa, pero parece que el calor es lo más duro de soportar.
Ángeles está todo el día pendiente del móvil para leer todas las noticias que aparecen sobre la situación de su hijo. Está convencida de que está siendo "víctima de un juicio mediático y una cacería". Y considera que solo la declaración de Jenni Hermoso "contando la verdad" le hará desistir de su encierro.
Vídeo del equipo en el autobús
Desconocemos si la madre de Rubiales habrá visto el NUEVO VÍDEO que han publicado todos los medios en el que el equipo de la selección va en el autobús después de la celebración y el "beso". En él se ve a Jeny y a sus compañeras "bromeando" sobre el beso, comparando la situación al otro famoso beso de Iker Casillas a Sara Carbonero. Todas ríen y beben, Jenni tiene una botella de cava en la mano mientras muestra el vídeo. Cantan "beso, beso", ella dice: "yo paso tío" y al final las jugadoras gritan "presi, presi", y se ve a Rubiales diciendo "parad ya. Vale, que me da vergüenza".
Probablemente sólo una aparición de la víctima, Jenni Hermoso, podría aclararlo todo y poner fin a este caso. Dudamos que eso ocurra tal y como está todo de "enmarañado". Pero está claro que este asunto va camino de acabar en los tribunales y que serán ellos los que tendrán que determinar si "el pico" de la celebración de Rubiales a Jenni es un delito de "abusó de su posición de poder para agredirla sexualmente".
La opinión pública está muy dividida al respecto, los analistas de los medios también con preguntas como esta: "¿Se ha politizado intencionadamente este asunto para movilizar a la opinión pública?" Pronto sabremos como acaba esta historia.