La transformación de la Fábrica del Pilar en Museo Industrial de la Caña está ultimando sus intervenciones para poner en activo la primera fase. La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, junto con la concejala encargada del Área de Patrimonio Industrial Azucarero, Madelin Banqueri, y el director del proyecto, Alberto Martínez, han visitado la ejecución de las nuevas obras del antiguo comedor de los empleados de la fábrica, futuro espacio que se dedicará a la recepción de visitantes del museo dedicado a la historia de la caña de azúcar en Motril.

Esta rehabilitación ha sido cofinanciada en un 80 por ciento a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible (EDUSI), con un gasto de obras de unos 48.000 euros, las cuales han consistido principalmente en la renovación del suelo de los antiguos comedores de los trabajadores de esta fábrica, el cual se trata de un pequeño edificio de ochenta metros cuadrados en una sola planta frente a la avenida Arquitecto Ángel Gijón Díaz y que conforma la entrada al recinto. Este edificio se encontraba muy deteriorado y en un estado imposible para el tránsito.

Además, el edificio se ha convertido en sala de apoyo y ha sido dotado con la instalación de los emplazamientos y materiales necesarios para su futura apertura de cara al público: nueva instalación eléctrica y climatización, modificación de los revestimientos interiores y el equipamiento posterior del edificio para dotar a este antiguo edifico de la seguridad necesaria para, en un futuro, poder acoger visitantes y ubicar el punto inicial de las visitas al museo.

La alcaldesa motrileña ha querido recordar cómo “el próximo año 2025 se cumplirán veinte años desde que el Ayuntamiento de Motril adquiriera la Fábrica de Nuestra Señora del Pilar como un edificio municipal, por y para todos los motrileños”, algo que no se vio reflejado hasta que en 2019 la corporación municipal dotara al edificio de una concejalía propia y de la importancia que se merece puesto que “el patrimonio azucarero es historia viva de todos los ciudadanos de Motril”.

“Quiero agradecer a Madelin Banqueri por su plena dedicación al proyecto de la Fábrica del Pilar, además de a todos los miembros de la Concejalía de Patrimonio Industrial Azucarero, ya que están realizando un trabajo realmente asombroso para poner en valor el pasado histórico de nuestra ciudad con el azúcar y su Fábrica del Pilar, cumpliendo el objetivo que buscábamos con la creación de esta Concejalía. Además, agradecer también al concejal de Obras Públicas, José Balderas, por el trabajo de rehabilitación tan meticuloso que están teniendo con este complejo”, ha querido destacar García Chamorro.

La principal encargada del Patrimonio Industrial Azucarero en Motril, Madelin Banqueri, ha destacado la inversión en recursos museográficos y equipamientos para que “el visitante pueda acercarse de la forma más verídica a la realidad de los trabajadores del complejo industrial”.

“Creemos que con este futuro espacio se va a formar una confluencia entre la historia, el conocimiento y las emociones, ya que va a servir para que el motrileño tome conciencia de lo que supone este patrimonio industrial para nuestra historia, por lo que nuestro objetivo es que el visitante, cuando salga de la visita, se vaya con la sensación de que ha vivido una experiencia única e irrepetible”, ha exclamado Madelin Banqueri.

Para Alberto Martínez, como director de este proyecto, “el conjunto de la fábrica tiene una situación bastante compleja porque se trata de un edificio con mucho recorrido y muchas necesidades de divulgación y eso requiere ir dando a cada paso de las obras con mucho cuidado de cara al futuro museo que va a ocupar el antiguo complejo industrial”.

Dentro de estas actuaciones, la adecuación y equipamiento para el futuro museo y este edificio específicamente, se ha incluido la incorporación de una serie de medios que pondrán en contexto al visitante para así mostrar la importancia del patrimonio industrial en general y de la Fábrica del Pilar en particular, y que han tenido un coste de 18.000 euros. Por ello, será posible contemplar varias piezas de mobiliario urbano restauradas que pertenecieron al edificio, como mesas y sillas del despacho, ventiladores, la caja fuerte o la antigua alacena de la Fábrica.