La Cofradía del Cristo de la Humildad salía desde la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Salobreña pasadas las 20.30 horas ante una gran multitud de personas en la plaza de la Iglesia, incluso más de la que normalmente se suele dar cita.
Bajo el trono del Cristo más de una treintena de jóvenes costaleros marcando el paso bajo los sones de la Banda de Tambores y Cornetas de la Sentencia de Almuñécar junto con mantillas y penitentes que este año se han visto incrementados junto con su patrimonio religioso.
Media hora después de su salida la lluvia empezó a caer de poco a más, haciendo cambiar el recorrido establecido. Al remitir la lluvia se optó por continuar con un itinerario, esta vez más corto, solo por el casco antiguo.
Había una gran expectación este año por ver la imagen en la calle ya que entre los estrenos señalados, el trono lució cuatro arbotantes con cinco velas cada uno que iluminaron el paso de Cristo junto a dos pequeñas imágenes ornamentales que lo adornaban.
Con gran emoción y devoción vive su hermana mayor, Nuria Pérez, su primera salida como máxima representante de la esta cofradía "Humilde y Costalera" junto al resto de su Junta Directiva que visiblemente emocionados quisieron agradecer a todo un pueblo su apoyo incondicional cada martes Santo.
Impresionó la salida del Cristo, con un durísimo esfuerzo por parte de la cuadrilla de costaleros, de rodillas y a paso lento. Luego vendrían continuas levantás impecables, fruto del trabajo desarrollado por la cofradía durante todo el año.
Durante el recorrido hubo otra lluvia, la de los pétalos que lanzaban los vecinos desde distintos puntos de su recorrido y el sonido de la saeta, primero con uno de sus hermanos Basilio Campoy desde la Bóveda, mientras que Eliseo Alabarce y Julio Fajardo hicieron lo mismo desde la terraza de Restaurante Pesetas, como símbolo de devoción máxima, para rematar su recorrido por el barrio del Albaycín hasta alcanzar de nuevo la Iglesia del Rosario.
Un gran trabajo, enhorabuena a todos.