Ante las últimas agresiones a profesionales sanitarios, un médico y un enfermero en este caso, acaecidas en el centro de salud Fortuny-Velutti de la capital granadina la pasada semana, la gerencia y el equipo directivo del distrito sanitario se han unido a profesionales sanitarios y no sanitarios de este centro para hacer visible su apoyo y manifestar su enérgica repulsa ante las agresiones físicas y verbales de las que son objeto durante el desempeño de sus funciones.
A la concentración, celebrada bajo una única pancarta en la que se podía leer 'Stop agresiones en nuestros centros de salud', se han sumado profesionales, representantes sindicales y miembros del equipo directivo, con el delegado territorial de Salud y Consumo, Indalecio Sánchez-Montesinos, y la directora gerente del distrito sanitario Granada Metropolitano, Leticia Soriano, a la cabeza.
En palabras del delegado territorial, cualquier tipo de violencia, ya sea física o verbal, "es una lacra social intolerable e injustificable desde todo punto de vista y en ninguna circunstancia podemos consentirla ni aceptarla". Por ello, Sánchez-Montesinos ha pedido a la sociedad granadina "solidaridad con los profesionales y firmeza y tolerancia cero para luchar contra las agresiones". Por último, ha pedido a pacientes y familiares que "cuiden a todos aquellos que cuidan de nosotros".
En el transcurso de este acto también se ha puesto de manifiesto que las agresiones a profesionales sanitarios son consideradas un delito contra la autoridad, según viene recogido en el Código Penal. Así, cualquier amenaza, coacción, agresión física y/o verbal, o cualquier otra actuación ilícita o que suponga alguna forma de acoso o persecución contra los profesionales de los centros sanitarios públicos, puede denunciarse por la vía penal, incluidas los insultos, vejaciones o descalificaciones que tengan por objeto desacreditar públicamente la profesionalidad de un trabajador del ámbito sanitario.
Los profesionales del Sistema Sanitario Público Andaluz cuentan desde 2020, tras un acuerdo unánime de la Mesa Sectorial de Sanidad, con un renovado Plan de Prevención y Atención de Agresiones para encontrar puntos de mejora que redunden en una disminución del total de estos ataques verbales o físicos, para los que no puede haber ningún tipo de justificación.