Cuarenta jóvenes talentos, autorizados por Empleo para actuar en televisión, en el cine o en escenarios granadinos
La autorización de la Junta a la participación de menores en producciones audiovisuales o artísticas supone que no trabajen más allá de las 22:00 horas y se garantice su bienestar
La participación de un menor en una película, en un anuncio o en una obra de teatro no es una acción improvisada. De hecho, las incursiones artísticas de los niños requieren una planificación a conciencia por parte de las productoras si no quieren tener que rehacer la escaleta. Así ha ocurrido con cuarenta niños y niñas a los que la Delegación Territorial de Empleo de la Junta de Andalucía en Granada ha autorizado en los últimos dos años y medio para que puedan subirse a un escenario o salir en las pantallas de cine, televisión y producciones de plataformas digitales.
La burocracia para que estos jóvenes talentos puedan dar rienda suelta a sus vocaciones artísticas existe, si bien “la tramitación es rápida y ágil, aunque también garantista priorizando el bienestar del menor”, según ha afirmado el delegado territorial de Empleo en Granada, Javier Martín Cañizares. La legislación española, que prohíbe trabajar a los menores de dieciséis años, permite las actuaciones profesionales de estos siempre y cuando sus familias o representantes soliciten un permiso especial a la Autoridad Laboral de la provincia en la que se va a celebrar el espectáculo o realizar la grabación, responsabilidad que recae en la persona que ostenta en el momento de la solicitud el cargo de delegado/a territorial de Empleo.
Así pues, la normativa establece que dicha autoridad puede aprobar excepcionalmente la participación de menores de dieciséis años en espectáculos públicos siempre y cuando dicha incursión no suponga ningún peligro para su salud física ni para su formación profesional y humana. El permiso debe constar por escrito y para actos determinados.
Para obtenerlo, los interesados deben presentar una solicitud ante el Servicio de Administración Laboral de la Delegación de Empleo, que se encarga de tramitar los expedientes, comprobar que cumplen todos los requisitos y que presentan toda la documentación requerida, así como de resolver autorizando o denegando la solicitud.
Según ha declarado Martín Cañizares, “por parte de la Junta de Andalucía se intenta facilitar la gestión lo máximo posible, pues entendemos que el sector audiovisual o del espectáculo tiene unas peculiaridades muy concretas que necesitan cierta celeridad. Si bien, nuestra obligación y nuestra prioridad es velar por la salud y la seguridad del menor por lo que tenemos que aplicar a raja tabla la normativa que regula las actuaciones públicas de los menores”.
Deseo expreso
Ello implica que los interesados deben especificar al detalle para qué espectáculo piden el permiso, tipo de actuación del menor, emplazamiento y municipio concreto donde se va a realizar, qué van a hacer (cantar, bailar, grabar un spot, etcétera) y fechas exactas de la intervención del niño/a; y muy importante, el consentimiento del menor que da por acreditado su deseo de participar en dicha producción, alejando el fantasma de los niños prodigio de otras épocas del sector cultural.
Otra cuestión a tener en cuenta es que el menor no puede actuar más allá de las 22:00 horas puesto que ello supondría la realización de un trabajo nocturno y, por tanto, prohibido en el caso de los menores de edad. De hecho, la Delegación ha denegado varias solicitudes porque el espectáculo estaba programado más allá de ese límite horario.
“En el caso de los conciertos, obras de teatro, etcétera, que se celebran de noche en verano, entendemos que el horario se adapte a la climatología del periodo estival. No obstante, la normativa aplicable no hace una excepción en función del periodo del año, por lo que en esos casos nos vemos obligados a denegar el permiso si contemplan la participación del niño o la niña a partir de las diez de la noche”, ha explicado. Además, antes de emitir resolución, tanto favorable como desestimatoria, la Delegación solicita un informe a la Inspección de Trabajo que el Servicio de Administración Laboral tiene en cuenta para aprobar o no la solicitud.
‘Pinocha’
El cumplimiento de todos estos requisitos ha permitido a casi medio centenar de pequeños artistas hacer sus sueños realidad, participando en exitosos musicales como ‘Pinocha’ o ‘Tributo al Rey León’ para el deleite del público infantil granadino. Las incursiones culturales de los menores en Granada les han llevado a participar en espectáculos flamencos celebrados en el Albaicín y otros teatros como el accitano Mira de Amescua, así como en campañas publicitarias, como la última de promoción turística de la Diputación de Granada, ‘Sueños que se viven’. Los jóvenes artistas también han protagonizado anuncios de reconocidas marcas como Cola Cao, Mayoral y Meliá, filmados todos ellos en la provincia.
El sector cinematográfico también tiene un peso importante, fichando a estos menudos trabajadores para grabar secuencias con ellos en Granada. Así ocurrió con películas como ‘Secaderos’, ‘Cerrar los ojos’, ‘Low Cost’, ‘El refugio’ o ‘Intemperie’, largometraje del conocido cineasta Benito Zambrano, que protagonizó el actor Luis Tosar y en el que cincuenta y dos menores actuaron como figurantes en 2019. También, producciones de plataformas como Netflix, que trasladó a Granada a un equipo del creador de ‘La casa de papel’, Álex del Pina, para grabar algunos planos de su nueva serie ‘El Búnker’; o con la producción ‘El tiempo que te doy’. A esta lista se suman proyectos televisivos como ‘Peregrinos’, espectáculos circenses como ‘Circlásicca: El sueño de Miliki’, conciertos navideños y obras de teatro.
Los emplazamientos de la provincia elegidos con más frecuencia varían en función del tipo de espectáculo. Recientemente, se ha grabado en el pantano de los Bermejales, en la Ruta del Mamut (Padul), en la playa de Marina del Este (Almuñécar) y en la Chumbera. Pero, también, en los últimos meses se ha escuchado la claqueta en el Palacio de Congresos, en el embalse del Portillo, en Guadix, en varias playas de Castell, en la costa de Rubite, en Sierra Nevada y en algunas calles del centro histórico de Granada como plaza Nueva, Puerta Real, Reyes Católicos y el Realejo.