Nicolás Fernández ha publicado un nuevo libro sobre Almuñécar y su historia. En esta ocasión lleva por título “Mujeres en la historia de Almuñécar” que ya está en la calle y en las librerías, aunque la presentación no tiene fecha aún.
“En el contexto de mi anterior trabajo “Almuñécar y su turismo de antaño” pude constatar un incremento considerable de la presencia femenina en el mundo laboral sexitano a través de su historia. De ahí el reto de ofrecer ahora un relato centrado en ese protagonismo en los últimos cinco siglos”, según manifiesta el autor, quien ha recibido la felicitación de la Concejala de la Mujer y Servicios Sociales, María del Carmen Reinoso.
Y es que a pesar de las numerosas trabas legales, la mujer se ha ido abriendo paso en el mundo laboral a través de los siglos. “Fiel a esa tendencia, dice Nicolás Fernández, Almuñécar ha conocido la activa participación de mujeres, naturales o avecindadas, que en diferentes etapas han dejado una huella imborrable entre la población”.
Las profesiones más diversas y dispares se proyectan en el nuevo libro de Fernández, “que se remonta allá por el siglo XV y que llega a nuestros días. En todo caso, el cuadro queda limitado, básicamente, a personas que han cesado en su actividad laboral y ya desaparecidas —con algunas excepciones destacables—, aunque la persistencia de la memoria, familiar o no, nos devuelva rejuvenecidas algunas inquietudes y escenas de aquellas vidas”, señala Fernández.
Por las páginas del nuevo libro del escritor sexitano manifiesta que desfilan, la realeza junto a la aristocracia, pero, sobre todo, la gente llana del pueblo: panaderas y tenderas, confiteras y posaderas, modistas y costureras, maestras, profesoras de danza y matronas, mesoneras y taberneras, empresarias del aguardiente, del sector azucarero, del comercio, de la hostelería y los balnearios, antiguas enfermeras y políticas, pianistas, telegrafistas, telefonistas y hasta locutoras de radio. Algunas profesiones, como las hilanderas de seda y las carboneras, se han perdido; otras recuerdan la brillante aventura milenaria en estas tierras, ligada a la producción del azúcar y la miel de caña.
“Ya en tiempos más recientes sobresalen las manifestaciones culturales promovidas por mujeres venidas de otras latitudes, con la creación de una academia de ballet o un grupo de juventudes musicales. En fin, cada una a su manera contribuyó al bienestar general y público”, indica Nicolás Fernández.
En la elaboración del estudio he contado, una vez más, con la extraordinaria colaboración de amistades y familiares, en numerosos casos protagonistas, que han compartido su experiencia y sus recuerdos y han puesto a disposición, además, un material gráfico de enorme valor afectivo. En esa línea el libro recupera instantáneas fotográficas, inéditas en muchas ocasiones, que ilustran su contenido en número superior a las doscientas.
Fernández si quiere puntualizar que en ningún caso “el nuevo trabajo constituye una biografía de cada mujer, sino más bien pinceladas que, debidamente encadenadas, permiten una visión histórica de la ciudad a través del tiempo”, subraya.