En el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez Centrados en Motril ha querido mostrar su "más absoluta repulsa" hacia este tipo de actos "que sufren muchos de nuestros mayores", como "desatención, abandono, daños psicológicos y de sufrimiento..." y ha solicitado la colaboración institucional en la prevención del maltrato en la vejez. Durante el último año, aproximadamente una de cada seis personas mayores de 60 años sufrió maltrato en los entornos comunitarios.

La presidenta de la formación, Ángeles López Cano ha insistido en la necesidad de la coordinación institucional entre los servicios sociales, centros de salud, trabajadores de ayuda a domicilio y demás instituciones competentes.

Así, ha advertido que "la elaboración de protocolos es necesaria, pero más necesario aún es hacer un seguimiento de los casos concretos contando con los profesionales de la materia e incluyendo a las trabajadoras de ayuda a domicilio que llevan a cabo también una labor encomiable, al ser contacto diario y directo con esta población muy vulnerable".

Para López Cano, ésta es una de las formas de violencia más oculta, infligida a las personas de edad avanzada como grupo de población "sumamente vulnerable". Se trata, "por regla general", de un fenómeno "silenciado, desconocido incomprendido y escasamente detectado".

Así las cosas, Centrados en Motril ha advertido de la previsión de que el número de situaciones de malos tratos a los mayores vaya en aumento a causa del progresivo envejecimiento de la población, de la esperanza de vida, del incremento de situaciones de dependencia física y psíquica y, sobre todo, por el mayor y mejor reconocimiento de los derechos de las personas mayores.

Ángeles López Cano ha explicado igualmente que "no podemos olvidar los cambios sociales y culturales y los estereotipos negativos sobre el envejecimiento que fomentan la discriminación por la edad (edadismo)".

Para concluir, ha incidido en que "estamos a tiempo de actuar y dar visibilidad a la problemática para evitar sufrimiento, dolor e injusticias hacia las personas a las que más debemos". Y es que, según López Cano, este tipo de violencia constituye una violación de los derechos humanos y "nos toca a nosotros tomar conciencia y buscar junto a las administraciones herramientas que erradiquen esta lacra".