La Guardia Civil, en el marco de la operación de alto impacto Nazarí Ordo, ha desarticulado veinticuatro nuevos centros de producción de marihuana, ocho en la localidad de Fuente Vaqueros y dieciséis en la de Pinos Puente. En esta última localidad los investigadores de la Guardia Civil desmantelaron un centro de envasado de marihuana donde se intervinieron cincuenta y siete kilos de marihuana, tres básculas de precisión y tres envasadoras al vacío. Estas dos actuaciones se han saldado con el decomiso de 5.960 plantas de cannabis sativa en diferentes estados de crecimiento, 4.560 en Pinos Puente y 1.400 en Fuente Vaqueros.

Y con la incautación de sesenta y cuatro kilos de marihuana dispuesta para la venta: cincuenta y siete, como hemos dicho, en Pinos Puente y siete en un domicilio de Fuente Vaqueros.

En este último domicilio, un vecino de Fuente Vaqueros intentó deshacerse de plantas de cannabis sativa que ya estaban secas prendiéndoles fuego en el interior de la vivienda. Aun así, la Guardia Civil consiguió intervenirle diez bolsas con marihuana.

Ocho individuos han sido detenidos en la localidad de Fuente Vaqueros y diecisiete más en la localidad de Pinos Puente por delitos de cultivo y elaboración de droga y por defraudación de electricidad.

Po otra parte, otros dieciocho vecinos de estas localidades han sido investigados por defraudación de electricidad.

La Guardia Civil, como en ocasiones anteriores, descubrió con la ayuda de los técnicos de la compañía eléctrica suministradora que existían múltiples enganches fraudulentos a la red eléctrica en viviendas de Fuente Vaqueros y Pinos Puente, y ante la sospecha de que las personas que vivían en dichos domicilios pudieran estar cultivando cannabis sativa de manera intensiva, registró estos domicilios y encontró en cada una de ellos una doble acometida monofásica fraudulenta a la red eléctrica y todo el aparataje necesario para cultivar cannabis sativa.

La Guardia Civil también localizó en este centro de envasado de Pinos Puente dispositivos de localización electrónicos que, una vez conectados a un teléfono móvil, permiten saber dónde se encuentran en cada momento. Los investigadores sospechan que estos dispositivos los colocan dentro de las bolsas en las que se envasa al vacío la marihuana a modo de balizas para poder seguir la droga una vez vendida y propiciar posibles vuelcos.

Estas actuaciones de la Guardia Civil se incardinan en la operación Miller, una operación que está desarrollando la Guardia Civil a nivel nacional contra el cultivo y tráfico ilegal de marihuana.