El concejal de Proyectos Estratégicos del Ayuntamiento de Almuñécar, Francisco Rodríguez, ha participado, junto a otros ponentes en la mesa redonda que la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) ha celebrado en la localidad almeriense de Cuevas de Almanzora bajo el título 'Tercer Foro Urbano de Andalucía', donde responsables políticos y técnicos de varias administraciones han debatido sobre Agenda Urbana y la importancia de la implantación de los planes de acción locales de la mano de los proyectos motores que marcan la estrategia de las ciudades del futuro.

Francisco Rodríguez ha explicado en su ponencia que ahora "los proyectos se diseñan teniendo en cuenta elementos que antes pasaban desapercibidos, como la accesibilidad, la eficiencia energética, utilizando tecnologías y materiales respetuosos con el medio ambiente o que las ciudades sean sostenibles y pensadas para los ciudadanos".

Asimismo, ha señalado que el diseño previo y reflexionado del modelo de ciudades del futuro implica "crear un equilibrio entre el desarrollo económico, la preservación y mejora del medio ambiente, y el aumento del bienestar social, con las personas como el elemento más importante en la implementación de la Agenda 2030".

En la mesa redonda, los ponentes han coincidido en apostar por fomentar ciudades más sostenibles y habitables con una notable calidad de vida. En este sentido, se trabaja en tres líneas. La primera es la Agenda Urbana Española de 2019, una hoja de ruta que va a marcar la estrategia y las acciones a llevar a cabo hasta 2030, "para hacer de nuestros pueblos y ciudades ámbitos de convivencia amables, acogedores, saludables y concienciados".

La segunda es la Ley de Calidad de la Arquitectura que se plantea como un instrumento legislativo necesario para consolidar un nuevo modelo de transición económica, energética y ecológica que promueva una mayor inclusión y cohesión social. La ley persigue que las actuaciones de rehabilitación del parque público edificado se guíen por criterios de calidad, integralidad y planificación previa.

Y, en tercer lugar, la Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios tiene por objeto mejorar la eficiencia energética de los edificios de la Unión Europea (UE), teniendo en cuenta diversas condiciones climáticas y particularidades locales y establece requisitos mínimos y un marco común para el cálculo de la eficiencia energética. Los Estados miembros de la UE deben establecer requisitos mínimos óptimos de eficiencia energética. Dichos requisitos deben ser revisados cada cinco años. Deben cubrir el edificio, sus componentes y la energía consumida para la calefacción y refrigeración de espacios, agua sanitaria, ventilación o iluminación integrada.