La Confederación Empresarial de Oficinas de Farmacia de Andalucía (CEOFA) se ha manifiestado rotundamente en contra de la medida que obliga a las farmacias andaluzas a aportar un 5 por ciento de sus ventas de genéricos al Sistema Andaluz de Salud (SAS) porque “creemos que no se ajusta a derecho debido a que vulnera la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento, que es de carácter básico y obligado cumplimiento por las comunidades autónomas”.
El acuerdo entre el Servicio Andaluz de Salud (SAS), el Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos (CACOF) y la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG) “no es bueno para la farmacia andaluza, porque no estimula el crecimiento de genéricos sino que penaliza su dispensación por parte de la farmacia. Además, no existe una contrapartida clara para las oficinas de farmacia. Se crea una discriminación tanto de los pacientes como del farmacéutico con respecto al resto de España”.
CEOFA ha enfatizado que “estas medidas, lejos de ayudar a la farmacia asistencial, procuran todo lo contrario y no facilitan que la farmacia ayude a descongestionar la Atención Primaria”.
"No nos parece oportuna esta subasta encubierta cuando el PP se comprometió electoralmente a su eliminación por la discriminación que ocasionaba en la población andaluza con respecto al resto de españoles".
Parece ser que dentro del acuerdo de promoción del genérico se pretende que, de todas las prescripciones por principio activo que lleguen a la oficina de farmacia, se hagan dispensaciones de medicamentos genéricos, con la penalización de devolución de las recetas. Esto puede vulnerar la Ley de Defensa de la Competencia, al favorecer al genérico en detrimento de la marca, ya que se realiza mediante la modificación del Concierto y no por ley, como ocurrió anteriormente, y también que puede ser contrario a la Ley de Garantías y Uso Racional del Medicamento, debido a que "ésta nos habilita a dar marca o genérico ante una prescripción por principio activo, siempre del precio más bajo".
Además, ha indicado que se estaría conculcando la libertad del farmacéutico para dispensar una marca según su criterio sanitario en pacientes con ciertas patologías, a los que puede no convenir cambiarle la medicación que ya están tomando.