“Aún nada, pero seguiremos cada día hasta dar con el paradero de mi padre”, afirmaba ayer el hijo de Francisco Pérez Bedmar, de 87 años, desaparecido el viernes 22 de marzo en Almuñécar, es decir, hace ya 17 días.
Desde la denuncia de la desaparición, 4 días después de la última vez que había tenido contacto con su familia, se puso en marcha un importante dispositivo coordinado por la Guardia Civil, con la colaboración de Policía Local, Bomberos de Almuñécar, Protección civil de varios municipios con perros adiestrados en rescate. El equipo de actividades subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), otros buzos especialistas de Bomberos Granada, helicópteros de la GC. y numerosos colectivos de senderistas y particulares.
El Ayuntamiento de Almuñécar se puso a disposición de la familia para ofrecer toda su infraestructura a la familia y a los CYFSE, y durante las dos semanas de rastreo, han seguido de cerca las labores que todos los miembros del operativo estaba llevando a cabo.
En la mañana de este sábado se convocó una salida voluntaria masiva en la que participaron cerca de medio millar de personas, coordinados por 112 Emergencias Andalucía. Divididos en una decena de grupos, se rastrearon 574 hectáreas por un total de 18 zonas de Almuñécar, La Herradura y alrededores.
A estos equipos de voluntarios a pie, se unió un helicóptero, 7 miembros de la Policía Local, Bomberos, Protección Civil de Almuñécar, además de 5 agrupaciones de Protección Civil de poblaciones cercanas, como la de Motril, 14 agentes de la Guardia Civil con sus vehículos y motocicletas del servicio del Seprona y del Grupo de Rescate de Montaña, 6 patrullas del cuartel de Almuñécar, más de 50 senderistas de distintos grupos y clubes deportivos, y unos 200 voluntarios entre los que se inscribieron en el puesto de mando y los que salieron desde muy temprano a título personal.
Se rastrearon barrancos, pozos, acantilados, playas, grutas, rocas, urbanizaciones con piscinas, la práctica totalidad de la vega de Almuñécar por La Sandovala, Río Seco y Río Verde. Pero sin rastro, sin resultados, nada de nada.
Recordemos que la última vez que se vio a Francisco Pérez Bédmar fue sobre las nueve de la noche del viernes 22 de marzo a la altura del Hotel Aleta Room, en el paseo de Cotobro. Vestía ropa deportiva, una gorra y llevaba una botella de agua. Había salido de su piso en San Cristóbal como cada tarde. Era un hombre de rutinas fijas. Amante de la lectura, la escritura y el baile.
En su casa se encontró el móvil, la cartera y dinero en efectivo. Todo perfectamente ordenado y aparentemente cotidiano.
La familia quiere seguir buscando y mañana lunes participarán en otra búsqueda por los barrancos de Cotobro partiendo del Cuartel de la Guardia Civil de Almuñécar. Aunque esa zona se ha rastreado ya palmo a palmo por tierra, mar y aire, ellos parecen estar convencidos de que “algo sucedió” por allí y que "alguien tuvo que ver algo".