
Editorial/ El mercado de mi pueblo merece DIÁLOGO.
Opinión/Mariló Joya.
Cuando eres consciente de que un proyecto que para unos es la mejor opción para otros un desatino, no cabe otra cosa que preguntarnos: ¿Quien tiene razón?
Desde hace meses, años..., el asunto del Mercado de Almuñécar ha puesto en jaque a los responsables municipales y políticos del municipio, con una sucesiones de decisiones y actuaciones que podríamos calificar como poco acertadas.
Quiero dar por sentado que no creo que quepa mala intencionalidad en los pasos dados. Primero porque es absurdo y segundo porque no sería nada inteligente.
Del mismo modo, no podemos eximir a cada uno de su responsabilidad en una gestión con resultados muy negativos para los auténticos perjudicados, que no son otros que los concesionarios y comerciantes.
Pero viendo lo visto, sabiendo lo que sabemos y confiando en el buen criterio de todos los que buscamos el mejor futuro posible para nuestro pueblo, nuestros hijos y nuestros nietos, quiero apelar a la sensatez y el buen criterio de quienes tienen en su mano la posibilidad y la obligación de buscar una solución favorable a la mayoría tomando la decisión más acertada, invitándolos a retomar el diálogo con todas las partes, y muy especialmente, con los que se sienten castigados y perjudicados con el proyecto del Mercado, los comerciantes.
No creo que todo en ese proyecto sea negativo. Doy por sentado que a estas alturas Almuñécar ya necesita un nuevo mercado, bien sea reformado o construido de nuevo.
Estoy convencida de que se puede hacer una instalación moderna, agradable, adaptada a los nuevos tiempos que vivimos y a las demandas comerciales actuales.
Es innegable que cuando viajamos por España es raro no visitar los nuevos mercados de las ciudades. Son espacios tradicionales pero vivos, dinámicos, con nuevos puestos, más variedad de tiendas en su interior, con bares, cafeterías y terrazas donde poder disfrutar de todos los productos frescos que nos ofrece la mar y nuestros cultivos tropicales de forma directa.
A todos nos gustaría que Almuñécar tuviera un mercado en el que realizar la compra diaria fuera una tarea grata basada en las experiencias para los sentidos, eso nadie puede negarlo.
De ahí que vuelva a apelar a la sana e inteligente medida basada en el diálogo y la comprensión, para alcanzar una solución que satisfaga a todos, o al menos a la gran mayoría.
Y ya sé que no es fácil, pero las grandes soluciones nunca lo son.
Me duele escuchar que hay vecinos y amigos dispuestos a "pelear" por conservar el pan de sus hijos. Me apena ver a gentes de mi pueblo actuando como si estuvieran divididos en bandos, preocupados, angustiados y dispuestos a "luchar" para conservar lo poco o mucho que tienen. Y es que siempre que se usa el término "lucha" entiendo que las cosas no se están haciendo bien.
No quiero buscar culpables, ni hablar de vencedores y vencidos.
Por eso hoy "OS RUEGO" sensatez, humildad, mimetismo, comprensión, capacidad de ceder, y sobre todo, mucho diálogo para entre todos alcanzar un acuerdo en positivo, una solución consensuada y un proyecto modificado de forma inteligente y satisfactoria, para que esa "lucha" de nuestros vecinos acabe antes de comenzar y nuestros gobernantes cumplan sus objetivos sin este enfrentamiento estéril que no beneficia absolutamente a nadie, ni a corto, medio y largo plazo.
Ojalá tengáis a bien escucharos, aportar ideas y dar otro giro de tuerca a ese proyecto de futuro que debería servir para unirnos por un bien común y no para dividirnos en bandos a favor o en contra del crecimiento de nuestro pueblo con el Mercado como "campo de batalla".
Gracias.