Según la asociación ACPES, la Junta abre una investigación para averiguar “quien" ha arado los ríos que desembocan en Almuñécar
A pesar de que los agricultores lo pedían insistentemente para facilitar la recarga del acuífero, al parecer "este arado provoca daños en el ecosistema, en la flora y en la fauna”
Durante la pasada Semana Santa, los ríos que desembocan en las playas de Almuñécar iban de banda a banda, y todos tan contentos. Muchas voces, avaladamente expertas, afirmaban que si se hubieran arado a tiempo, ese agua se habría filtrado más rápido y con más facilidad para la recarga del acuífero y se habría ido menos caudal al mar.
Eso es al menos lo que creíamos, pero parece que no es así. O al menos eso es lo que nos cuenta la Asociación para la conservación piscícola ACPES y de los ecosistemas acuáticos del sur, representada por Alex Ramos, quien en nota de prensa nos cuenta que la la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, ha abierto “expediente sancionador” por el arado del cauce del Río Verde.
Concretamente, “iniciado un expediente sancionador por el arado o escarificación del lecho del Río Verde a su paso por el término municipal de Almuñécar”, ante la denuncia de los hechos realizada por la Asociación para la Conservación Piscícola y de los Ecosistemas acuáticos del Sur (ACPES).
Entonces: ¿Arar los ríos es bueno o malo? Que se recargue el acuífero ¿es positivo o negativo para los cultivos? ¿El problema radica en quien tiene las competencias o en que se haga? ¿los agricultores piden a gritos que los ríos estén en buen estado para una recarga óptima de los acuíferos y ahora resulta que eso es negativo para los ecosistemas?
Según la nota de prensa de la Asociación para la conservación piscícola ACPES y de los ecosistemas acuáticos del Sur, no habría que arar los ríos. Es más, afirman que este hecho “está siendo investigado por la Junta para conocer la identidad del responsable”, “ porque estas actuaciones no cuentan con autorización ni pueden autorizarse “por provocar daños en el ecosistema, en la flora y en la fauna”, incumpliendo “ la Ley de Aguas o la Directiva Marco del Agua”.
Pero la citada asociación va a más ya que afirma que “también se incumple la obligación de respetar el caudal ecológico”, y que “el arado del río es una práctica con la que se pretende la recarga artificial del acuífero favoreciendo la infiltración en el subsuelo del agua circulante por el río”.
Consideran que “esta actuación viene a dar el golpe de gracia a un ecosistema ya bastante maltratado, puesto que antes de llegar a Almuñécar todo el caudal del Río Verde es derivado por acequias para riego. En esta zona la recarga del acuífero se produce de forma natural cuando el agua circula por el lecho. Y es precisamente el expolio del caudal ecológico aguas arriba que mantiene el cauce seco, el que impide la recarga del acuífero. El Río Verde es un río de caudal permanente, como se demuestra en su parte alta, ya que es un enclave bastante conocido por muchos visitantes para la práctica de turismo activo y de naturaleza, por sus valores naturales y paisajísticos y tiene establecido un régimen de caudales ecológicos durante los 12 meses de año”. Afirman.
Por último, señalan al Ayuntamiento de Almuñécar como “culables” por supuestamente “estar utilizando los fondos públicos para una actividad que no cumple con la legislación vigente ni es de su competencia, para favorecer supuestamente la explotación del acuífero para los regadíos”.