Un equipo de perros y adiestradores de la Guardia Civil permanecerá aquí toda la semana rastreando por mar diferentes zonas de La Herradura y Almuñécar
Desde esta mañana, perros adiestrados en la búsqueda de cadáveres en el agua de la Unidad Cinológica de la Guardia Civil, está buscando a Francisco Pérez Bedmar, de 87 años, desaparecido hace ya casi un mes, por la franja costera comprendida entre Almuñécar y La Herradura, con el puerto de Marina del Este como centro de control.
Les acompañan agentes especializados en búsqueda por mar, que hoy han permanecido en el agua desde las 9 de la mañana a las 20.00h, con una breve parada para comer. Según fuentes oficiales.
Van a permanecer aquí hasta el viernes realizando diferentes rutas con sus lanchas, con la esperanza de que los perros capten algún indicio, a través del olfato, de la existencia de un cuerpo en en fondo del mar.
Estos perros, especializados en la búsqueda de cadáveres sumergidos, acompañados de sus guías caninos, son los mismos que trabajaron para encontrar a un joven desaparecido en el Mar Menor el pasado enero, después de permanecer 21 días desaparecido en el agua.
SÓLO HAY 6 PERROS COMO ESTOS EN ESPAÑA
Son dos de los seis canes únicos en España entrenados para localizar restos humanos en el agua gracias a su olfato, capaz de detectar desde una lancha el olor de los gases que emana un cadáver en descomposición. Influye que sea un olor "vivo", es decir, que las posibilidades de encontrarlo cambia a medida que pasa el tiempo. También la profundidad, la temperatura del agua -si es fría dificulta que de los restos emanen gases porque se conserva mejor el cuerpo- o las corrientes de aire que pueden desplazar el olor. Si el olfato del perro detecta algo comienza a ladrar para indicar a los agentes que ahí, bajo el agua, hay algún resto o, al menos, que ahí hay algún olor sospechoso. Entonces, los buzos marcan con una boya el lugar y comienza la búsqueda submarina.
Además de este operativo continúan los grupos de voluntarios que cada día recorren diferentes puntos del municipio y la costa, esperando hallar algún indicio sobre el paradero de Francisco.
Siempre coordinados por la Guardia Civil, se mantiene activo el operativo por parte de la Policía Local, Bomberos de Almuñécar, Protección civil, empresas privadas de embarcaciones y actividades subacuáticas, reforzados, según la activación del operativo, por los buzos de la Guardia Civil (GEAS), buzos de Bomberos Granada, equipos de rescate en montaña, helicópteros de la GC. y numerosos colectivos de senderistas.
Hasta la fecha se ha rastreado todo le litoral, zonas de rocas, barrancos, pozos, acantilados, playas, grutas, urbanizaciones con piscinas, la vega de Almuñécar, La Sandovala, Río Seco, Río Jate y Río Verde… Y sin rastro.
Recordemos que la última vez que se vio a Francisco Pérez Bédmar fue sobre las nueve de la noche del viernes 22 de marzo a la altura del Hotel Aleta Room, por el paseo de Cotobro. Vestía ropa deportiva, una gorra y llevaba una botella de agua. Había salido de su piso en San Cristóbal como cada tarde. Era un hombre de rutinas fijas. Amante de la lectura, la escritura y el baile. En su casa se encontró el móvil, la cartera y dinero en efectivo. Todo perfectamente ordenado y aparentemente cotidiano.
“El tiempo pasa y las posibilidades de encontrarlo con vida disminuyen”, según los expertos, pero su familia ni el Ayuntamiento de Almuñécar están dispueston a tirar la toalla.